Hola soy Victoria
Llevo aqui desde el 6 de Enero y hoy estamos a 19 de Enero... suficiente tiempo para darme cuenta de lo que tenemos y de lo poco que lo aprovechamos. Aqui hay personas que con un micro credito tiran para alante como verdaderas campeonas y eso es digno de admirar, otras no tanto pero tambien avanzan. Con esto quiero decir que toda ayuda es necesaria ya que con mas dinero se podria ayudar a muchisimas mujeres mas.
martes, 19 de enero de 2010
Nuestra rutina
Hoy lunes empezamos con nuestra rutina de trabajo.
Quedamos a desayunar a las 8. El espectáculo es increíble. Grandes ventanales sobre el río Senegal, parece que estuviéramos en un barco.
Después del desayuno nos reunimos las tres para evaluar el día anterior y preparar las reuniones del día. Dos días a la semana tenemos clases de wolof. Después hacemos gestiones, llamadas telefónicas, cambio de dinero, prepara nuevos contratos, organizar formación o visitar a alguien.
Solemos comer cerca del hotel en algún restaurante que no sea muy caro. Las enfermeras se autollaman “arruinadas sin fronteras”. Todo está rico, el único problema es que nos hacen esperar mucho porque no tienen platos ni cubiertos suficientes y tenemos que esperar que acabe alguna mesa para que nos pasen, sus cubiertos.
Por las tardes nos reunimos con alguno de los grupos de mujeres a las que les hemos dado crédito. Nos hablan de sus negocios, como les ha ido durante los meses que no nos hemos visto. Hablamos de sus problemas, normalmente, enfermedades suyas o de sus familiares. Salvo excepciones nos devuelven el dinero que les corresponde. También evaluamos la formación que han recibido y planeamos la próxima. Después charlamos, nos hacemos fotos, vemos a sus hijos crecer, conocemos nuevos bebes, nuevos embarazos, etc.
Sobre las 8 nos reunimos todas en la terraza del Hotel La Post a tomar una cervecita, descansar, contarnos las anécdotas y planear las siguientes horas.
Varias noches nos han invitado a cenar amigos españoles o senegaleses en sus casas, otra hemos ido a un concierto de un grupo joven de música marchosa senegalesa. Otras hemos compartido mesa con algunos españoles que viven o pasan por aquí. Un par de noches hemos comprado pan, queso, atún, chocolate, yogures y fruta y nos los tomamos en el pequeño patio que hay delante de nuestras habitaciones. Nos acostamos tarde, os podéis imaginar, ocho mujeres sin para de hablar y reír. Caemos muertas en la cama.
Quedamos a desayunar a las 8. El espectáculo es increíble. Grandes ventanales sobre el río Senegal, parece que estuviéramos en un barco.
Después del desayuno nos reunimos las tres para evaluar el día anterior y preparar las reuniones del día. Dos días a la semana tenemos clases de wolof. Después hacemos gestiones, llamadas telefónicas, cambio de dinero, prepara nuevos contratos, organizar formación o visitar a alguien.
Solemos comer cerca del hotel en algún restaurante que no sea muy caro. Las enfermeras se autollaman “arruinadas sin fronteras”. Todo está rico, el único problema es que nos hacen esperar mucho porque no tienen platos ni cubiertos suficientes y tenemos que esperar que acabe alguna mesa para que nos pasen, sus cubiertos.
Por las tardes nos reunimos con alguno de los grupos de mujeres a las que les hemos dado crédito. Nos hablan de sus negocios, como les ha ido durante los meses que no nos hemos visto. Hablamos de sus problemas, normalmente, enfermedades suyas o de sus familiares. Salvo excepciones nos devuelven el dinero que les corresponde. También evaluamos la formación que han recibido y planeamos la próxima. Después charlamos, nos hacemos fotos, vemos a sus hijos crecer, conocemos nuevos bebes, nuevos embarazos, etc.
Sobre las 8 nos reunimos todas en la terraza del Hotel La Post a tomar una cervecita, descansar, contarnos las anécdotas y planear las siguientes horas.
Varias noches nos han invitado a cenar amigos españoles o senegaleses en sus casas, otra hemos ido a un concierto de un grupo joven de música marchosa senegalesa. Otras hemos compartido mesa con algunos españoles que viven o pasan por aquí. Un par de noches hemos comprado pan, queso, atún, chocolate, yogures y fruta y nos los tomamos en el pequeño patio que hay delante de nuestras habitaciones. Nos acostamos tarde, os podéis imaginar, ocho mujeres sin para de hablar y reír. Caemos muertas en la cama.
domingo, 17 de enero de 2010
Como niñas
Hola soy Trini, esta mañana de domingo la paso tranquila, de momento en el hotel. Luego me acercaré a la catedral para oír misa, quiero conocer una misa africana. Las chicas se han ido de excursión a la desembocadura del río Senegal.
No sé si he dicho que nos acompañan en este viaje 4 enfermeras que está haciendo una labor excepcional y trabajando sin descanso. Carola, Paloma, Adela y Mª Angeles.
Dos colaboran en el hospital de St. Louis en urgencias y otras dos pasan revisión a las mujeres de nuestros grupos. Tensión, pruebas de glucemia, etc. Les compran la medicación y pagan análisis y las consultas médicas cuando ven que es necesario.
También ha venido Victoria de 17 año hija de una de ellas que a veces a compaña al instituto a las profesoras de español a charla con sus alumnos, otras va al Centro social de Leona donde ducha, cuida y juega con los niños talibé, los niños mendigos de la calle.
Yo he preferido quedarme para descansar del sol y arreglar papeles y cuentas.
Ayer tuvimos un día especial, nos fuimos a pasar el día y a comer a la playa con las presidentas, tesoreras y secretarias de nuestros grupos, en total 27 mujeres. Muchas de ellas no habían visto nunca el mar y menos aun se habían bañado en él. Nos metimos con las más valientes, llevándolas de la mano como si fueran niñas. Enseguida las olas nos revolcaban y terminábamos en la orilla y disfrutamos también como niñas.
Después de la comida nos acompañó un grupo de músicos tocando los yambes, tambores de diferentes tamaños. Cantamos y bailamos sobre la arena bajo el entoldado. Fueron unos de esos días que creo que no se nos olvidará nunca a ninguna de las mujeres que participamos.
No sé si he dicho que nos acompañan en este viaje 4 enfermeras que está haciendo una labor excepcional y trabajando sin descanso. Carola, Paloma, Adela y Mª Angeles.
Dos colaboran en el hospital de St. Louis en urgencias y otras dos pasan revisión a las mujeres de nuestros grupos. Tensión, pruebas de glucemia, etc. Les compran la medicación y pagan análisis y las consultas médicas cuando ven que es necesario.
También ha venido Victoria de 17 año hija de una de ellas que a veces a compaña al instituto a las profesoras de español a charla con sus alumnos, otras va al Centro social de Leona donde ducha, cuida y juega con los niños talibé, los niños mendigos de la calle.
Yo he preferido quedarme para descansar del sol y arreglar papeles y cuentas.
Ayer tuvimos un día especial, nos fuimos a pasar el día y a comer a la playa con las presidentas, tesoreras y secretarias de nuestros grupos, en total 27 mujeres. Muchas de ellas no habían visto nunca el mar y menos aun se habían bañado en él. Nos metimos con las más valientes, llevándolas de la mano como si fueran niñas. Enseguida las olas nos revolcaban y terminábamos en la orilla y disfrutamos también como niñas.
Después de la comida nos acompañó un grupo de músicos tocando los yambes, tambores de diferentes tamaños. Cantamos y bailamos sobre la arena bajo el entoldado. Fueron unos de esos días que creo que no se nos olvidará nunca a ninguna de las mujeres que participamos.
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