martes, 31 de marzo de 2009

Poniendo en marcha un taller de costura

Hola soy Trini
Hace días que no escribo. Hemos estado trabajando mañana y tarde. Aquí todo es lento, difícil, con equívocos pero lleno de sonrisas y esperanzas.
Durante dos mañanas Marcela y yo hemos estado de compras con cuatro jóvenes mujeres. Son la primera promoción de costureras que han estudiado durante 3 años en el Centro social del barrio de Leona. Las vamos a ayudar a poner en marcha un taller de costura. En el viaje anterior apoyamos a las de peluquería.
Primero visitamos el local, les adelantaremos 9 meses de alquiler. Nos esperaba el carpintero que las hará una vitrina, una estantería y una mesa de cortar.
Después fuimos al mercado de Sor a comprar telas. Nos acompañaba una de las profesoras y la presidenta de la Federación de Asociaciones del barrio, más Aida la traductora.
Éramos nueve mujeres comprando toda clase de tejidos y colores. Proponiendo, aceptando, rechazando. Todo eran sonrisas, color y alegría. ¿Por qué sonríes tanto? Me preguntó una de las jóvenes. Porque te veo preciosa y feliz. Más risas.

La siguiente mañana el mismo mercado pero metiéndonos por estrechos callejones llenos de recovecos y de toda clase de mercancías hasta llegar a la mercería. La música senegalesa se mezclaba con las llamadas a la oración. Había que darse prisa, era viernes y cerraban a la una para poder ir a la mezquita. Hilos, puntillas, agujas, tijeras, cenefas revoloteaban por el mostrador. Nos fuimos cuando nos echaron pero ya habían elegido toda la mercancía.
Otro día contaré como hemos pasado las tardes.